miércoles, 23 de enero de 2013

Reencuentro


Reencuentro
tus labios cautelosos van
tanteando a ciegas por el vacío
entre versos de muertos poetas
y carteles de funciones olvidadas
hasta que al fin, que es el principio
encuentran los míos.
y en ese instante
una luz, un destello,
un fogonazo fugaz que me deslumbra,
y solo siento tu olor
tu piel, tu cuerpo
y esa música de Pink Floyd que nos envuelve

Reencuentro Variación
tus labios cautelosos van
tanteando a ciegas por el vacío
entre versos de muertos poetas
y carteles de funciones olvidadas
hasta que al fin, que es el principio
encuentran los míos.
y en ese instante
una luz, un destello,
un fogonazo fugaz que me deslumbra,
y solo siento tu olor
tu piel, tu cuerpo
y esa música de Pink Floyd que nos envuelve
en un halo de erotismo, trance,
dejación y espejos
chorreantes de nuestros propios cuerpos
que es uno
masturbándose desenfrenadamente
con su reflejo

aspirante

Final de "En defensa de los ociosos"


Gracias, os quiero, os quiero…(de repente baja la cabeza, como herido por un súbito resplandor)…No sabéis lo importante que ha sido esto para mí…(muy emocionado, con una inspiración alcohólica, suelta de una la frase que sigue) para mí que a veces me he sentido como una rata en la sentina de este barco que se mueve a merced de las corrientes viles del dinero…(pega un puñetazo en la mesa), pero hoy no, hoy, aquí, con vosotros, me he vuelto a sentir persona…(recita) “Aún, aún entre lo opaco / de una época que se me escapa / y los jadeos del vigor vencido, / con uñas y huesos y cenizas / (se le caen algunos papeles de la mesa por una gesticulación desmedida) aún amo, aún escribo, / obstinado, / intrépido cadáver” (Declama a voz en grito este último verso, acercándose al público, el momento es intenso, no esperado).
(Silencio… El decano, conmovido, sale a su encuentro y le pone una mano en el hombro. Pausa larga, manteniendo la intensidad)
Profesor Roberto Luis Esteban (mirando al decano con agradecimiento y ternura): Gracias, amigo, gracias. ¿Sabes? Yo soy algo parecido a Tony Leblanc en sus últimos años, jaja, y tú eres mi Santiago Segura, el que le devolvió la esperanza.
Decano (muy conmovido): Gracias a ti, Roberto, has sido, de verdad, un dignísimo sustituto del profesor Racionero. Gracias de corazón (le abraza).
Suena “Forever young” mientras profesor y decano se van por el pasillo, cogidos del hombro.
Decano: Oye, Roberto, ¿por qué no vamos ahora a tu casa y me explicas cómo consigues hacer el globo de la pantera rosa?
Profesor Roberto Luis Esteban: (muy alegre) ¡Claro que sí, amigo, lo que quieras, lo que tú quieras!
Un aplauso unánime, in crescendo, in crescendo, in crescendo…

Obra inédita de Frutos Soriano, con poema de José Luis Parra

lunes, 23 de enero de 2012

Carta al presidente Franklin del jefe indio de los Swamish (Fragmento)

¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podríais comprarlos a nosotros? Lo decimos oportunamente. Habeis de saber que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre de piel roja.


http://www.youtube.com/watch?v=SOCCjpjq_XE

jueves, 22 de diciembre de 2011

Nice

Desde antes de conocerte fuiste, y eres, mi libertad, mi rebeldía y mis ganas de soñar. Durante unos instantes fuiste mi mirada, y conseguiste que pudiera ver y soñar con los ojos cerrados, a través de tu boca. Poco a poco cobras más importancia en mi persona, como un maravilloso y benigno virus que va infectando todo mi cuerpo con su sonrisa, con su vitalidad.

domingo, 2 de octubre de 2011

1984

Este cuerpo joven y vigorso, desamparado ahora en el sueño, despertó en él un compasivo y protector sentimiento. Pero la ternura ue habia sentido mientras escuchaba el canto del pájaro había desaparecido ya. Le aparto el mono a un lado y estudió su cadera. En los viejos tiempos, pensó, un hombre miraba el cuerpo de una muchacha y veia que era deseable y aquí se acababa la historia. Pero ahora no se podía sentir amor puro o deseo puro. Ninguna emoción era pura porque todo estaba mezclado con el miedo y el odio. su abrazo había sido una batalla, el clímax una victoria. Era un golpe con el Partido. Era un acto político.

George Orwell (1984)

martes, 20 de septiembre de 2011

Culpable

Mis ojos
derretidos
resbalan
por mi cara
y
caen
sobre
 tu
blanca
piel,
como gotas
de
ácido,
quemándola
Pero tú,
tranquila,
me miras
me sonries
me quieres
Confías,
y yo
cada vez
más
ausente
con mis libros
mi cerveza
mi tabaco

me  hablas
me llamas
me buscas
yo
te ignoro
me voy
me encuentro
y
veo
que me
he
convertido
en lo que
siempre
he
odiado
y al fin
e
inevitablemente
me odio
y al fin
e
inevitablemente
me
odias.
aspirante

Frase

Y que los políticos esten pendientes de todos, no que todos estén pendientes de los políticos.
aspirante