miércoles, 23 de enero de 2013

Final de "En defensa de los ociosos"


Gracias, os quiero, os quiero…(de repente baja la cabeza, como herido por un súbito resplandor)…No sabéis lo importante que ha sido esto para mí…(muy emocionado, con una inspiración alcohólica, suelta de una la frase que sigue) para mí que a veces me he sentido como una rata en la sentina de este barco que se mueve a merced de las corrientes viles del dinero…(pega un puñetazo en la mesa), pero hoy no, hoy, aquí, con vosotros, me he vuelto a sentir persona…(recita) “Aún, aún entre lo opaco / de una época que se me escapa / y los jadeos del vigor vencido, / con uñas y huesos y cenizas / (se le caen algunos papeles de la mesa por una gesticulación desmedida) aún amo, aún escribo, / obstinado, / intrépido cadáver” (Declama a voz en grito este último verso, acercándose al público, el momento es intenso, no esperado).
(Silencio… El decano, conmovido, sale a su encuentro y le pone una mano en el hombro. Pausa larga, manteniendo la intensidad)
Profesor Roberto Luis Esteban (mirando al decano con agradecimiento y ternura): Gracias, amigo, gracias. ¿Sabes? Yo soy algo parecido a Tony Leblanc en sus últimos años, jaja, y tú eres mi Santiago Segura, el que le devolvió la esperanza.
Decano (muy conmovido): Gracias a ti, Roberto, has sido, de verdad, un dignísimo sustituto del profesor Racionero. Gracias de corazón (le abraza).
Suena “Forever young” mientras profesor y decano se van por el pasillo, cogidos del hombro.
Decano: Oye, Roberto, ¿por qué no vamos ahora a tu casa y me explicas cómo consigues hacer el globo de la pantera rosa?
Profesor Roberto Luis Esteban: (muy alegre) ¡Claro que sí, amigo, lo que quieras, lo que tú quieras!
Un aplauso unánime, in crescendo, in crescendo, in crescendo…

Obra inédita de Frutos Soriano, con poema de José Luis Parra

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