sábado, 14 de mayo de 2011

Volando a escondidas

(Vuelve derrotado de Cáceres)



¡Qué sensación la de estar escondido!


Es un sentimiento infantil o adolescente.

Cuando estabas en casa de tu amigo y venían a recogerte tus padres, te escondías para estar un rato más. Cuando vas al portal de nadie a fumar o saltas la valla de tu antiguo colegio.
Disfrutemos de esos placeres personales e íntimos. Escóndete y mira a la gente pasar, sin que sepan que estás ahí. Haz ruidos de animales para ver como reaccionan o tírales algo. Da un susto. Créete un ninja.

Besémonos tras las cortinas mientras todos ven la tele o toman café. Mirémonos cómplices a la espalda de tu padre. Escapémonos, escondámonos de lo conocido, y de los conocidos...

Después sales de tu escondite y te sientes bien, libre, rebelde y satisfecho. Y tienes esa sonrisa pícara de que todo ha salido a pedir de boca.

Sueña a escondidas, lee a escondidas, ama a escondidas, folla a escondidas, escucha música prohibida, escribe una frase revolucionaria en la pared de comisaría, métete en porno y borra el historial, manda una carta anónima, escribe versos groseros y lascivos en la pequeña libreta que guardas al fondo del cajón.

Escóndete pero no por miedo, sino por diversión, diversión infantil, tierna, adolescente y rebelde.

Vuela a escondidas


aspirante

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